Del miedo a la libertad: cómo el esquí me ha enseñado a salir de mi zona de confort

SCM First time Tree Skiing, Jan 19th, 2025

¿Alguna vez has sentido que tu zona de confort es un refugio seguro… hasta que un día se convierte en una prisión? Dejar la zona de confort suele presentarse como un boleto instantáneo hacia la transformación, pero la realidad es mucho más compleja. Es desordenada, incómoda, y, a veces, aterradora.

Como coach de vida, trabajo con clientes que desean un cambio, pero están paralizados por el miedo a lo desconocido. Ya sea en nuestras carreras, relaciones o desarrollo personal, todos sentimos en algún momento la necesidad de romper con nuestros patrones. Pero, ¿cómo dar ese salto cuando el miedo y la duda nos frenan?

Me gustaría compartir una experiencia personal sobre esquí que ilustra este proceso a veces desordenado, frustrante, pero también gratificante de salir de nuestra zona de confort, y cómo, en mi caso, este proceso implicó miedo, pero me dio lecciones que he podido aplicar en diferentes situaciones de mi vida.

Un comienzo humillante: el miedo en movimiento

Mi primera experiencia con el esquí fue un desastre. A los 34 años, no tenía ningún interés en el deporte, pero mi esposo, un esquiador ávido, insistió en que lo acompañara a las pistas. Lo que siguió fue nada menos que traumático.

Fuimos a finales de la temporada de esquí, cuando las condiciones estaban heladas incluso para los esquiadores experimentados. Y, por supuesto, mi esposo decidió llevarme a una pista empinada y estrecha de nivel negro, la más difícil, a pesar de que yo nunca había esquiado antes. Tan pronto como bajé de la silla, perdí el control, me caí cuesta abajo y terminé con el cuerpo magullado y el ego aún más magullado.

En ese momento, juré que nunca más volvería a esquiar. Luego, dos días después, descubrí que estaba embarazada, lo que hizo que esa caída fuera aún más aterradora. El dolor físico desapareció, pero las cicatrices emocionales permanecieron durante años.

Paciencia y el apoyo correcto: un enfoque nuevo

Pasó mucho tiempo antes de que me atreviera a intentar esquiar de nuevo. El miedo a caerme, a fracasar y a lastimarme seguía presente. Pero como familia queríamos disfrutar del esquí juntos, y sabía que tenía que enfrentar ese miedo. Esta vez tomé un enfoque completamente diferente.

En lugar de salir con mi esposo, que es un esquiador increíble pero no el mejor para enseñar, me inscribí en clases con un instructor profesional en Valle Nevado, Chile. Las condiciones eran mejores, y estaba decidida a dominar lo básico. Esta vez, me centré en ganar pequeñas victorias: equilibrio, giros, y paradas, desarrollando mis habilidades paso a paso.

Y aquí está el secreto que aprendí: el crecimiento no ocurre con saltos gigantes, ocurre con pasos pequeños y consistentes.

Todo es un proceso

Avancemos al fin de semana pasado. Estaba esquiando en Colorado, donde el esquí no es sólo un deporte, sino una forma de vida. Después de años de práctica, me sentí lista para un nuevo desafío cuando mi esposo me invitó a esquiar entre los árboles. La idea de navegar por pistas estrechas entre árboles me había aterrorizado antes, pero ahora me sentí preparada.

Esta vez, mi esposo-que aprendió la lección- estaba allí como guía, no presionándome demasiado, y alentándome en cada paso. Me llevó a pistas con árboles espaciados y bajadas suaves, y aunque me caí un par de veces, el miedo no me dominó. Con el equipo adecuado (incluidas seis capas de ropa para sobrevivir a temperaturas de -20°C) y el apoyo de mi esposo, pude esquiar entre los árboles y disfrutar del desafío.

Al final del día, sentí una sensación de logro y alegría. Esta experiencia me recordó que salir de tu zona de confort no se trata de un éxito instantáneo, sino de abrazar la incomodidad y confiar en el proceso.

Cómo es realmente el salir de la zona de confort

Entonces, ¿qué aprendí de esta experiencia? Aquí hay algunas lecciones que quiero compartir contigo:

1. Está bien tener miedo El miedo no desaparece cuando sales de tu zona de confort. Lo importante es cómo lo enfrentas. El miedo es parte del proceso, y aprender a manejarlo es lo que lleva al crecimiento.

2. La paciencia es clave El crecimiento lleva tiempo. Ya sea que estés aprendiendo una nueva habilidad, haciendo un cambio de carrera o persiguiendo el desarrollo personal, el progreso ocurre paso a paso. Roma no se construyó en un día, y lo mismo ocurre con la confianza para enfrentar tus mayores desafíos.

3. El apoyo correcto importa Rodéate de las personas adecuadas. Mi esposo aprendió de nuestra primera experiencia en las pistas y se convirtió en un excelente coach: paciente, alentador y solidario. En la vida, tener a alguien que cree en ti cuando tú no puedes creer en ti mismo puede marcar toda la diferencia.

4. La preparación es esencial Ya sea el equipo físico, estrategias mentales o habilidades específicas, la preparación adecuada es lo que te pone en el camino del éxito. Esquiar sin el equipo adecuado es una receta para el fracaso, y en la vida, sin la mentalidad o los recursos correctos, el resultado puede ser el mismo. Asegúrate de estar listo antes de dar el salto.

5. La recompensa vale la pena La recompensa por salir de tu zona de confort no siempre es inmediata, pero vale la pena. Ya sea una nueva confianza, una sensación de libertad o simplemente la emoción de probar algo nuevo, el crecimiento que experimentas a lo largo del camino te dará frutos de maneras que no imaginabas.

La aventura continúa

Salir de tu zona de confort no es un evento de una sola vez, es un proceso continuo. Ya sea una nueva aventura, un cambio de carrera o simplemente enfrentar algo que te asusta, el viaje es el mismo: una mezcla de miedo, incomodidad y crecimiento gradual. Caerás. Dudarás de ti mismo. Pero si confías en el proceso y sigues dando pequeños pasos, saldrás del otro lado más fuerte y capaz.

Así que te animo a dar ese primer paso hacia lo desconocido. No esperes a que el miedo se vaya—”esquía” a través de él. Y si necesitas apoyo en el camino, estoy aquí para ayudarte. Vamos a abrazar la aventura juntos!

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